Cámaras

Estas son las cámaras que forman parte de mi equipo actual. Algunas me acompañan desde hace más de dos décadas y aún siguen en uso; otras son incorporaciones más recientes, siempre encontradas en el mercado de segunda mano a precios muy bajos, o recibidas como regalo en algún caso. 

La colección va creciendo poco a poco, porque con menos dinero del que cuesta una cena se puede dar nueva vida a una cámara diferente. Casi todas son modelos que nunca han formado parte de la élite fotográfica, y mucho menos ahora que cuentan ya con bastantes años. 

Aun así, son fantásticas: cada una tiene su propio estilo o “personalidad”, y muchas veces son precisamente los modelos más sencillos los que terminan sorprendiendo por los resultados que ofrecen. 

Con estas cámaras se puede hacer fotografía de muy alta calidad. De hecho, suele obtenerse más provecho de una cámara antigua o modesta cuando se conoce bien y se sabe aprovechar, que de un modelo sofisticado usado sin técnica ni sensibilidad hacia la fotografía. Esa es, en el fondo, la enseñanza que quiero transmitir con esta muestra.
Pulsa en la foto de cada cámara para ver una foto hecha con ella.
La Minolta A1 fue una cámara adelantada a su tiempo, con manejo de réflex y gran calidad de imagen. Esta foto está hecha en nuestro jardín en primavera de 2023, tras una tarde de lluvia, mostrando una flor de malva.
Minolta Dimage A1

Minolta Dimage A1

La Minolta A1 es, sencillamente, una cámara genial. Se nota que fue diseñada por auténticos fotógrafos que sabían lo que necesitaba un usuario en el día a día. Tenía un zoom mecánico muy luminoso, botones bien colocados por todas partes y fue pionera en incorporar estabilizador en el cuerpo, algo revolucionario en su momento. 
En cuanto a manejo y ergonomía estaba muy por delante de su época (en cámaras digitales), lo más parecido a una réflex profesional en formato compacto. 
La compré en 2004 y la usé muchísimo, con gran satisfacción. Recuerdo especialmente un viaje a Galicia, en el trayecto Coruña–Vigo, dieciséis horas desde Barcelona, en el que me acompañó. Yo llevaba la Minolta y Rosa, la Sony F717. Ambas cámaras cumplieron perfectamente su papel. Fueron tiempos intensos y llenos de fotos. 
Nunca me habría planteado vender la A1, pero acabó fallando su sensor, fabricado por Sony, que tuvo una serie defectuosa. Ahí se terminó su primera vida. Sin embargo, en 2023 Rosa me sorprendió regalándome otra unidad de segunda mano. Y tantos años después sigue siendo una de mis cámaras favoritas: hay que conocer bien sus límites para sacarle todo su partido, pero sigue ofreciendo una calidad de imagen más que respetable. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2003 – Resolución: 5 MP – Tipo: cámara bridge digital – Objetivo: 28–200 mm equivalente, zoom 7x, f/2.8–3.5 (mecánico) – Estabilización: incorporada – Pantalla: abatible
La Fuji S602Z fue un modelo muy popular a comienzos de los 2000, con su innovador SuperCCD que duplicaba los píxeles por interpolación. Esta foto de un violín de cinco cuerdas muestra que, pese a los años, sigue ofreciendo resultados sorprendentes.
Fujifilm FinePix S602 Zoom

Fujifilm FinePix S602 Zoom

La Fuji S602Z fue una de esas cámaras de las que todo el mundo hablaba a principios de los 2000. 
En los foros de la época aparecía siempre como rival de la Sony F707 o la Minolta A1: modelos caros, sofisticados, que parecían marcar el futuro de la fotografía digital. 
La Fuji destacaba por su famoso SuperCCD, un invento del que todos opinaban sin que nadie supiera muy bien cómo funcionaba: tres megapíxeles que se convertían en seis por interpolación, y que daban mucho que hablar. 
En mis inicios con Fotoratón tuve la suerte de tenerla unos días. Con ella hice una foto muy recordada: una bicicleta en la calle fotografiada con la Fuji y con la Sony F717, que publiqué como comparativa en mi página. Aquella imagen me valió el agradecimiento de muchos lectores, porque por fin podían ver diferencias reales entre dos cámaras de moda. La cámara, sin embargo, estuvo poco tiempo conmigo. 
Siempre la tuve en la memoria como un modelo especial, hasta que hace unos cuatro años encontré una de segunda mano por apenas diez euros. Diez euros por una cámara que, en su momento, costaba más de seiscientos. Y desde entonces está en mi colección: un “dinosaurio” de la fotografía digital, sí, pero todavía capaz de hacer fotos sorprendentes. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2002 – Resolución: 3,1 MP (6 MP interpolados) – Tipo: cámara bridge digital – Objetivo: 35–210 mm equivalente, zoom 6x – Sensor: SuperCCD
La Fujifilm X-E2S combina la precisión digital con el placer de los objetivos manuales clásicos. Esta foto de paisaje muestra su extraordinario color y la versatilidad que la convierte en una de mis cámaras favoritas.
Fujifilm X-E2S

Fujifilm X-E2S

La Fujifilm X-E2S es una cámara muy especial para mí porque fue un regalo de uno de mis hermanos. 
Y no se trata de un regalo cualquiera: con ella me llegó también una magnífica colección de objetivos manuales de cámaras antiguas, acompañados de adaptadores que permiten usarlos en esta Fuji como si hubieran sido hechos para ella. 
Esa combinación de pasado y presente es uno de los mayores atractivos de la X-E2S: poder acoplar un objetivo Canon, Nikon, Olympus —o de casi cualquier marca clásica— y seguir disfrutando de la fotografía con todo el encanto del enfoque manual. Aun así, también dispongo de un par de objetivos modernos, más cómodos de usar en el día a día, y con ellos la cámara se convierte en una compañera versátil y lista para cualquier situación. 
Lo cierto es que, objetivamente, es la cámara de más calidad de toda mi colección: su sensor es el más grande de todos y su rendimiento, sobre todo en color, es extraordinario. Muchos aficionados aseguran que esta generación de Fuji tiene uno de los colores más bellos que jamás se han visto en digital, y basta mirar las fotos de naturaleza que he hecho con ella para comprender por qué. 
Para mí no tiene precio, no porque ignore su valor en el mercado, sino porque su verdadero valor está en la relación personal y en el placer de usarla. Es una máquina increíble, capaz de unir la sensación de la fotografía analógica con la calidad y la comodidad de lo digital.

Ficha
Año de lanzamiento: 2016 – Resolución: 16 MP – Tipo: cámara sin espejo (mirrorless) – Montura: Fujifilm X – Sensor: APS-C X-Trans CMOS II
La Fujifilm S100FS fue la última en incorporar el mítico sensor SuperCCD, con un zoom mecánico preciso y un color muy característico de Fuji. Esta foto de un atardecer con silueta de árbol refleja el carácter único de una cámara sorprendente.
Fujifilm FinePix S100FS

Fujifilm FinePix S100FS

La Fujifilm FinePix S100FS llegó a mi colección en el verano de 2025, casi como un descubrimiento inesperado. 
En su momento me pasó completamente desapercibida —quizá porque apenas se vio en nuestras tiendas o porque no tuvo demasiada repercusión—, pero investigando sobre la historia del SuperCCD me encontré con que fue precisamente la última cámara en llevar este sensor tan especial. Eso la convierte ya de por sí en un modelo de transición y de despedida. 
Al profundizar, descubrí que no era una cámara cualquiera: ofrecía características muy notables para su época y, sobre todo, un detalle que me convenció desde el primer momento, su zoom mecánico. Pocas cámaras bridge lo incorporaban, y la diferencia frente a los zoom electrónicos es abismal. Poder controlar el zoom con suavidad, precisión y sin retrasos es un lujo que hoy echo de menos en la mayoría de modelos modernos. 
Me ha sorprendido por su calidad de color, tan reconociblemente “Fuji”, y por su ergonomía, que hace que apetezca llevarla en las manos y usarla. Por supuesto, tiene limitaciones propias de su generación, pero también un carácter único que le da mucha personalidad. Y más aún si pienso que la encontré de segunda mano por apenas cincuenta euros: una auténtica ganga para una cámara así. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2008 – Resolución: 11 MP – Tipo: cámara bridge digital – Objetivo: 28–400 mm equivalente, zoom 14,3x (mecánico) – Sensor: SuperCCD HR
La Lumix FZ200 fue un milagro óptico en formato bridge, con su objetivo luminoso f/2.8 en todo el recorrido del zoom. Esta foto de un atardecer refleja la versatilidad de una de mis cámaras más queridas y viajeras.
Panasonic Lumix FZ-200

Panasonic Lumix FZ-200

Mi historia con la Lumix FZ200 empieza en una conversación en casa, allá por 2011 o 2012. 
Hablábamos de cámaras con Rosa y ella me decía: “Tendría que existir una cámara con un objetivo muy luminoso, y que además mantuviera esa luminosidad en todo el recorrido del zoom.” 
Yo le respondí que eso no existía, y que si existía sería enorme, carísima y difícil de manejar. Pero ella insistió: “Tú investiga.” 
Me puse a mirar, y lo que encontré me dejó con la sorpendido: la Lumix FZ200, con un objetivo equivalente a 25–600 mm y apertura f/2.8 constante en todo el recorrido. Lo miré varias veces porque no me lo acababa de creer. Se lo conté a Rosa y, poco después, nos regaló dos cámaras, una para ella y otra para mí. 
Desde entonces, empezamos a viajar juntos con la misma cámara, y esa sensación de compartir equipo hizo que muchos de esos viajes fueran aún más especiales. 
La FZ200 no era la más silenciosa en cuanto a ruido digital —otras marcas ofrecían sensores algo más limpios—, pero su luminosidad arrasaba con todo. Ninguna otra cámara bridge de la época podía mantener un f/2.8 a 600 mm. A eso se sumaban la pantalla abatible, los controles manuales, los botones configurables… Era una cámara muy completa, pero sobre todo era un milagro óptico en un cuerpo compacto. 
Es una de las cámaras con las que más fotos he hecho, más viajes he vivido y más recuerdos conservo. No puedo decir que le tenga más aprecio que a otras, pero sí que está en ese grupo reducido de modelos absolutamente especiales, tanto por lo que ofrece como por la historia personal que lleva consigo. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2012 – Resolución: 12 MP – Tipo: cámara bridge digital – Objetivo: 25–600 mm equivalente, zoom 24x, f/2.8 constante – Sensor: 1/2,3" CMOS
La Lumix FZ1000 combina sensor grande, zoom versátil y una calidad de imagen impecable, con un enfoque rápido y resultados excelentes incluso a ISOs altos. Esta foto de un camino entre árboles refleja la versatilidad de una de mis cámaras más viajeras.
Panasonic Lumix FZ-1000

Panasonic Lumix FZ-1000

Tras unos años disfrutando de la FZ200, empezaron a circular rumores sobre una posible sucesora. 
Cuando apareció la Lumix FZ1000, muchos pensaron que lo era, pero yo mismo escribí un artículo explicando que no era exactamente la sustituta: se parecía en espíritu, pero era otra cosa. La esencia seguía ahí, aunque con diferencias importantes: un sensor más grande, un zoom algo más corto y un poco menos luminoso, pero a cambio ofrecía una resolución mucho mayor —más de 20 megapíxeles— y una imagen más limpia en cuanto al ruido. 
La FZ1000 fue un regalo de Rosa, y solo por eso ya tiene un valor inmenso para mí. Pero además ha sido una cámara espectacular, una de las que más he usado y con la que he hecho muchísimos viajes y fotos. 
Su calidad de imagen es sobresaliente, con un enfoque rapidísimo, y aunque en el mercado existían modelos técnicamente superiores, lo cierto es que con esta cámara lo tenías todo en las manos. Desde macros muy buenos (y todavía mejores con una lente de aproximación), hasta un tele de 400 mm suficiente para casi cualquier ocasión, pasando por la posibilidad de disparar a ISOs altos con buenos resultados… la FZ1000 lo reunía todo en un solo cuerpo. 
Para mí fue una herramienta fundamental, llena de historias y recuerdos, y un paso clave en mi desarrollo fotográfico. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2014 – Resolución: 20 MP – Tipo: cámara bridge digital – Objetivo: 25–400 mm equivalente, zoom 16x, f/2.8–4 – Sensor: 1" CMOS
La Lumix FZ82 sorprende con su zoom de 20–1200 mm, ideal para aves y sujetos lejanos, complementando a modelos más avanzados como la FZ1000. Procesando sus RAW con reducción de ruido se obtiene una calidad de imagen muy destacable.
Panasonic Lumix FZ-82

Panasonic Lumix FZ-82

La Lumix FZ82 llegó a mi colección en 2021. La encontré de segunda mano por unos cien euros y estaba en un estado impecable, casi como nueva. 
Sabía de antemano que era la gama más asequible de la serie FZ, así que no esperaba maravillas, pero decidí darle una oportunidad. Recordaba los anuncios de Panasonic de modelos anteriores, aquellos en los que presumían de poder fotografiar los cráteres de la luna, y pensé que valía la pena probarla. 
Lo cierto es que me sorprendió para bien. Sí, tiene algo más de ruido que la FZ200, carece de pantalla móvil y su resolución no llega al nivel de otros modelos, pero a cambio ofrece un zoom descomunal: nada menos que 20–1200 mm equivalentes. 
Esa longitud convierte a la FZ82 en una herramienta fantástica para fotografiar aves u otros sujetos lejanos, y la convierte en una compañera que complementa perfectamente a cámaras como la FZ1000. Donde la FZ1000 no llega con su sensor más grande y su mejor calidad de imagen, esta se estira sin problemas hasta los 1200 mm, y además ofrece un angular de 20 mm muy útil en el otro extremo. 
Es una cámara a la que he sacado partido y que pienso seguir usando. Su punto fuerte está en formar equipo: llevar en la misma bolsa una FZ1000 y una FZ82 significa tener cubiertas prácticamente todas las situaciones, desde el gran angular hasta el superteleobjetivo. 
Y diré algo más: si se dispara en RAW y se procesa con un buen programa de reducción de ruido, como Topaz, la calidad de imagen que ofrece la FZ82 resulta sorprendente. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2017 – Resolución: 18 MP – Tipo: cámara bridge digital – Objetivo: 20–1200 mm equivalente, zoom 60x, f/2.8–5.9 – Sensor: 1/2,3" MOS
La Lumix FZ300 mantiene el zoom 25–600 mm f/2.8 constante de la FZ200, mejorando en manejo, visor y velocidad de enfoque. Esta foto de un atardecer refleja la versatilidad de una cámara pequeña y luminosa que combina tradición y modernidad.
Panasonic Lumix FZ-300 (FZ-330)

Panasonic Lumix FZ-300 (FZ-330)

La Lumix FZ300 es, ahora sí, la auténtica sucesora de la FZ200. También se la conoce como FZ330, aunque en realidad es el mismo modelo. Recuerdo que poco después de su lanzamiento tuve la oportunidad de probar una durante una semana, en plan de test para Fotoratón, e incluso escribí un artículo bastante extenso en su momento. 
Lo que descubrí entonces es que, en lo esencial, era casi idéntica a la FZ200: mismo objetivo, mismo rango focal, misma apertura constante de f/2.8 y un sensor apenas retocado. 
Donde realmente marcaba la diferencia era en todo lo demás: manejo más fluido, menús más completos, un visor mejor, enfoque más rápido… era como un cruce entre la FZ200 y la FZ1000, heredando lo mejor de cada una. 
En enero de 2025 encontré dos unidades de segunda mano en perfecto estado y a muy buen precio. Fue una alegría porque así pude devolverle el gesto a Rosa, regalándole una FZ300, igual que años atrás ella me había sorprendido con la FZ200. Desde entonces tenemos una pareja singular: la FZ200, como la “abuela” venerable, y la FZ300, más moderna y refinada, pero con el mismo corazón fotográfico. 
Es cierto que a nivel de calidad final no ofrece nada que la FZ200 no pudiera dar ya, pero sí lo hace todo con más agilidad y comodidad. Y además aporta una faceta de vídeo más completa. 
Para mí es una cámara fantástica: pequeña, versátil, luminosa, capaz de cubrir desde macros hasta un tele de 600 mm con un f/2.8 constante. Todavía no la he usado tanto como otras, pero sé que me dará muchísimas satisfacciones.

Ficha
Año de lanzamiento: 2015 – Resolución: 12 MP – Tipo: cámara bridge digital – Objetivo: 25–600 mm equivalente, zoom 24x, f/2.8 constante – Sensor: 1/2,3" MOS
        La Lumix G1 fue la primera Micro Cuatro Tercios, ligera y versátil, con objetivos intercambiables compactos que marcaron un antes y un después en la fotografía digital. Esta foto del barco en la costa muestra el potencial de una cámara pionera que aún hoy resulta perfectamente utilizable.
Panasonic Lumix G1

Panasonic Lumix G1

La Lumix G1 llegó a mis manos en 2009 para probarla en Fotoratón, y me gustó tanto que acabé quedándomela. 
Fue, que yo sepa, el primer modelo de sistema Micro Cuatro Tercios, un concepto totalmente nuevo en ese momento. Nadie sabía muy bien qué era eso: parecía una réflex pequeña, pero con objetivos intercambiables mucho más compactos. 
Al principio la usé con un 14–45 mm (equivalente a un 28–80), y pronto me hice con un 45–200 mm (equivalente a 90–400), que completaba un equipo muy versátil en una bolsa diminuta. 
Recuerdo especialmente una anécdota en el Delta del Ebro, cuando fui con otros fotógrafos a un refugio para fotografiar aves. Ellos iban con sus réflex y unos teleobjetivos enormes de 400 mm. 
Me vieron aparecer con la pequeña G1 y me miraron con desdén, pensando sin duda: “¿Y éste con qué pretende hacer fotos?” Lo curioso es que mi modesto 45–200 equivalía también a 400 mm, y las fotos que saqué fueron más que decentes. 
Han pasado los años y muchos de aquellos fotógrafos que me miraban raro entonces han terminado vendiendo sus réflex gigantes para pasarse precisamente a las cámaras sin espejo que inauguró este sistema. 
La G1 marcó un antes y un después. Era ligera, muy manejable y ya superaba en calidad a las compactas avanzadas de la época. Para mí es una cámara llena de recuerdos, de viajes y de excursiones, y aunque hoy muchos la consideren “anticuada”, sigue siendo perfectamente útil y agradable de usar. Es una de esas pequeñas joyas que siempre me apetece llevar conmigo. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2008 – Resolución: 12 MP – Tipo: cámara sin espejo (Micro 4/3) – Objetivo de kit: 14–45 mm (equiv. 28–80 mm) – Montura: Micro Cuatro Tercios – Sensor: 4/3 Live MOS
La Lumix G3 mejoró notablemente la gestión del ruido a ISOs altos y marcó una auténtica evolución respecto a la G1. Esta foto de una cascada en el Valle de Echo refleja su capacidad para captar escenas naturales con detalle y suavidad.
Panasonic Lumix G3

Panasonic Lumix G3

Después de la G1 me enteré de la aparición de la G2, pero en aquel momento me pareció que aportaba muy poco y la dejé pasar. 
La verdadera evolución llegó con la Lumix G3, que sí incorporaba avances importantes, sobre todo en la gestión del ruido a ISOs altos. 
Fue entonces cuando decidí dar el salto. Recuerdo especialmente un viaje con Rosa al Valle de Echo, en otoño, con esta cámara como compañera principal. La Selva de Oza, San Juan de la Peña y otros rincones de la zona me dieron la oportunidad de probarla a fondo. 
Fue allí donde empecé a sentir que podía atreverme con sensibilidades de 1600 ISO o más, en una época en la que no existían programas de inteligencia artificial para limpiar el ruido. Aun así, las imágenes resultaban sorprendentes para aquel momento. 
También la usé en un curso de fotografía que organizaba mi hermano y en el que participé, por lo que, en conjunto, me quedó un grato recuerdo de ella.
Sin embargo, con el tiempo tuve que venderla: en aquellos años, para conseguir una cámara nueva casi siempre había que desprenderse de la anterior. Durante mucho tiempo quedó como un buen recuerdo, hasta que en 2024 encontré otra de segunda mano en perfecto estado por apenas cincuenta euros. No dudé en comprarla, esta vez para quedármela y complementar así a la G1, ya que comparten objetivos. 
Esta nueva G3 no la he usado demasiado aún , pero espero poderle sacar mucho partido en un futuro próximo. Es una digna componente de la familia de cámaras de Luz y Cristal.

Ficha
Año de lanzamiento: 2011 – Resolución: 16 MP – Tipo: cámara sin espejo (Micro 4/3) – Montura: Micro Cuatro Tercios – Sensor: 4/3 Live MOS
La Olympus E-30 fue un cuerpo pensado para aficionados avanzados, con excelente manejo y los inconfundibles colores de la marca. Esta foto de un salterio refleja la calidad y el carácter especial de una cámara que me devolvió al universo Olympus.
Olympus E-30

Olympus E-30

Siempre fui un gran admirador del sistema Olympus. En su día tuve cámaras como la E-1, la E-620 o la E-330, y de todas guardaba un recuerdo excelente, tanto por el manejo como por la calidad de las fotos. Con el paso del tiempo tuve que desprenderme de ellas, pero la huella quedó: los colores de Olympus y esa filosofía distinta, alternativa a las marcas más famosas, siempre me parecieron muy especiales. 
En 2020 encontré una oferta irrechazable: una Olympus E-30 acompañada de tres objetivos de gran calidad. El vendedor, fotógrafo profesional, me confesó que la cámara ya tenía unos 170.000 disparos y que prácticamente iba “de regalo”, porque lo que vendía eran los objetivos. 
Sin embargo, al recibirla me encontré con una cámara que funcionaba perfectamente, y que en su momento había estado fuera de mi alcance por precio, pensada para un aficionado muy avanzado o casi profesional. La E-30 es un cuerpo lleno de accesos directos, con un manejo excelente y con las virtudes propias de Olympus. 
Era una réflex del sistema Cuatro Tercios, más pequeña que las réflex de la época gracias a ese diseño, aunque hoy pueda parecer grande al compararla con las sin espejo actuales. 
Para mí fue una puerta de reentrada al universo Olympus, en un momento en que el sistema ya había desaparecido y podía encontrarse material en muy buen estado a precios increíbles. Tengo recuerdos muy especiales con ella en el Parque Natural del Montseny: bosques otoñales, ríos, carreteras solitarias…También la he usado mucho para fotografiar instrumentos musicales. Se ha ganado un lugar importante en mi colección. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2008 – Resolución: 12 MP – Tipo: cámara réflex digital (sistema 4/3) – Montura: Cuatro Tercios – Sensor: 4/3 Live MOS
La Olympus E-500 fue la última réflex de la marca con sensor CCD, famosa por sus colores vivos y su carácter único. Esta foto de flores primaverales muestra el especial color de una cámara que aún hoy sorprende por su personalidad.
Olympus E-500

Olympus E-500

La Olympus E-500 me empezó a interesar en 2022 por una razón muy concreta: fue la última réflex de Olympus en utilizar un sensor CCD antes de que la marca diese el salto definitivo al CMOS. 
Era un modelo de gama más aficionada, por debajo de la E-30, pero aun así se trataba de una cámara respetable y con mucha personalidad. 
Me puse a buscarla con calma, sin intención de gastar demasiado, hasta que apareció la oportunidad: una unidad en perfecto estado, con apenas 18.000 disparos —prácticamente nueva— por solo 45 euros. Una auténtica ganga. 
Al ponerla en marcha comprobé lo que buscaba: esos colores tan especiales que se atribuían al CCD, colores que también compartían algunos modelos de Leica de la época, aunque con precios muchísimo más elevados. 
La E-500 es anterior a la moda de encuadrar por pantalla: aquí todo se hace a través del visor, como en las réflex más clásicas. 
La he utilizado con los objetivos que había comprado para la E-30, y aunque todavía la he usado menos de lo que me gustaría, recuerdo especialmente la primavera de aquel año, fotografiando flores y paisajes llenos de color. En esas condiciones se muestra como una cámara increíble, capaz de dar imágenes con una viveza que todavía sorprende. 
Es, sin duda, un modelo que tiene un lugar muy especial en mi colección, tanto por lo que representa en la historia de Olympus como por el carácter único de sus imágenes. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2005 – Resolución: 8 MP – Tipo: cámara réflex digital (sistema 4/3) – Montura: Cuatro Tercios – Sensor: 4/3 CCD
La Olympus E-510 dio el salto al sensor CMOS y ayudó a popularizar el Live View iniciado por la E-330, ofreciendo gran detalle y texturas ricas. Esta foto de un árbol muestra la calidad de una cámara ligera y versátil que sigue siendo muy utlizable.
Olympus E-510

Olympus E-510

La Olympus E-510 llegó a mi colección poco después de la E-500.
A primera vista parecen cámaras muy similares, pero en realidad presentan dos diferencias esenciales: la E-510 ya abandonó el sensor CCD para pasarse al CMOS, y además incorporó la posibilidad de disparar con Live View, es decir, encuadrando en pantalla. 
No fue la primera en tenerlo —ese mérito corresponde a la E-330—, pero sí una de las que lo popularizó, aunque todavía con un sistema algo rudimentario en cuanto a rapidez y enfoque. Para sujetos estáticos, sin embargo, funciona de maravilla. 
Lo cierto es que ofrece una calidad fantástica: texturas muy ricas, gran nivel de detalle y la flexibilidad de poder trabajar tanto con el visor como con la pantalla.
En su momento encontré un artículo escrito por un aficionado que la había tenido desde nueva, y la describía con tanto entusiasmo que cualquiera que lo leyera terminaría queriendo comprar una, incluso hoy en día. Y la verdad es que entiendo su entusiasmo: es una cámara con un rendimiento excelente, sobre todo si pensamos en lo asequible que resulta ahora mismo en el mercado de segunda mano. 
Claro que hoy en día mucha gente prefiere la comodidad del móvil, pero quien esté dispuesto a salir con una bolsa y un par de objetivos disfrutará de una experiencia fotográfica completa. La E-510 no es solo una réflex pequeña y manejable, también es una cámara que demuestra cómo, conociendo bien el equipo, se pueden seguir obteniendo resultados magníficos. 
De esta cámara, regalo de Rosa, también, tengo un excelente recuerdo de un paseo que hicimos una mañana de invierno: texturas de árboles, hojas secas de variados colores. Sin duda, es una de las cámaras que siempre reclama mi atención cuando salgo de paseo fotográfico.

Ficha
Año de lanzamiento: 2007 – Resolución: 10 MP – Tipo: cámara réflex digital (sistema 4/3) – Montura: Cuatro Tercios – Sensor: 4/3 Live MOS

La Olympus E-330 fue pionera en incorporar visión en directo en pantalla y pantalla móvil, abriendo nuevas posibilidades creativas en fotografía réflex. Esta foto de aproximación demuestra su capacidad para captar detalles sorprendentes con gran versatilidad.
Olympus E-330

Olympus E-330

Tuve mi primera Olympus E-330 en 2006, el mismo año en que salió al mercado, y me sorprendió desde el primer momento.
Fue la primera réflex digital con visión en directo, es decir, la primera con la que se podía disparar mirando directamente la pantalla, y para colmo esa pantalla era móvil, algo inaudito en aquel momento.
Era como tener una compacta avanzada, pero con la calidad y las prestaciones de una réflex, lo que abría un mundo de posibilidades creativas. Ese verano la usé muchísimo, sobre todo en un curso de fotografía que impartía cada año en Gallocanta. Recuerdo que muchas de las imágenes de entonces las amplié a 50×70 y la calidad era excelente, pese a tener “solo” 7,5 megapíxeles.
La pantalla móvil permitía hacer fotos desde ángulos imposibles para otras réflex: a ras de suelo, desde arriba o en posiciones incómodas que de otro modo hubieran resultado impracticables. Con el tiempo la vendí, para pasar a modelos más recientes, pero la E-330 siempre me dejó un recuerdo especial. Por eso en 2023, cuando encontré una en perfecto estado por 80 euros, no lo dudé. Venía con el objetivo básico 14–42 mm, que en Olympus era ya de por sí mejor que los “básicos” de otras marcas, y desde entonces ha vuelto a formar parte de mi colección. La he usado mucho en primavera y verano, sobre todo en fotos de naturaleza con un objetivo macro y una lente de aproximación Raynox, consiguiendo resultados realmente sorprendentes.
La clave está en su sistema de enfoque: la E-330 utilizaba dos sensores en lugar de uno, lo que permitía mantener el enfoque activo en visión en directo de forma muy eficaz. Un sistema avanzado que luego desapareció en favor de diseños más simples, pero que en esta cámara hace que la experiencia sea única.

Ficha
Año de lanzamiento: 2006 – Resolución: 7,5 MP – Tipo: cámara réflex digital (sistema 4/3) – Montura: Cuatro Tercios – Sensor: 4/3 Live MOS – Pantalla: abatible con Live View

La Olympus E-600 es prácticamente idéntica a la E-620, con pantalla totalmente abatible y prestaciones avanzadas dentro del sistema Cuatro Tercios. Esta foto de paisaje muestra la calidad de una cámara compacta y muy versátil.
Olympus E-600

Olympus E-600


En 2010 tuve ocasión de usar una Olympus E-620 y guardé un recuerdo magnífico de las fotos que hice con ella. Era una cámara muy completa, con prestaciones cercanas a la E-30 pero a un precio bastante más accesible, más o menos la mitad. 
La utilicé mucho en mis cursos de fotografía en Gallocanta y siempre me quedó la idea de volver a tener una. El problema era que este modelo está bastante cotizado en el mercado de segunda mano: mientras la E-500, la E-510 o la E-330 pueden encontrarse fácilmente a buen precio, la E-620 suele estar más cara porque quienes la tuvieron saben bien lo que valía. Por eso me llevé una sorpresa cuando, a finales de 2023, apareció ante mí una Olympus E-600. Era un modelo del que ni siquiera tenía noticia, prácticamente idéntico a la E-620 salvo por un par de detalles menores. La compré sin dudarlo, y además venía acompañada de dos objetivos de kit básicos —el 14–42 mm y el 40–150 mm—, que como siempre en Olympus funcionan mucho mejor de lo que aparentan a simple vista. Todo ello por solo 90 euros, una ganga para una cámara de este nivel. La E-600 representa el punto culminante de lo que Olympus consiguió dentro del sistema Cuatro Tercios en esta gama. 
Compacta (aunque en la foto aparece con un teleobjetivo equivalente a 600mm), muy completa, con pantalla totalmente abatible y con todas las opciones que uno pueda desear, sigue siendo una cámara sensacional. La he usado en paseos por los bosques del Montseny, donde me ha dado fotos de paisajes, flores, hojas y detalles de todo tipo. Y aunque, como muchas de mis cámaras más recientes, no la he podido exprimir tanto como quisiera, sé que es de esos modelos a los que volveré una y otra vez. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2009 – Resolución: 12 MP – Tipo: cámara réflex digital (sistema 4/3) – Montura: Cuatro Tercios – Sensor: 4/3 Live MOS – Pantalla: totalmente articulada

La Nikon Coolpix 8800 VR destacó por su calidad de imagen y su pantalla móvil, aunque limitada en ISO y velocidad para los estándares actuales. Esta foto de rocas y árboles muestra cómo sigue ofreciendo colores muy bellos incluso hoy.
Nikon Coolpix 8800 VR

Nikon Coolpix 8800 VR

La Nikon Coolpix 8800 VR fue una de esas cámaras que en su momento vi como inalcanzables. Cuando salió al mercado era un modelo caro, de los que uno miraba pero se quedaba en la vitrina. 
Años más tarde, en una de esas búsquedas de segunda mano, apareció ante mí por apenas 25 euros, y pensé: “Si en su día era buena, por este precio merece la pena tenerla.” 
Como es lógico en una cámara de su época, tiene limitaciones evidentes: solo llega a ISO 400, el zoom y el enfoque son lentos y ruidosos, y requiere paciencia para aprovecharla bien. 
Pero dentro de esos márgenes sigue siendo perfectamente capaz de ofrecer imágenes de gran calidad, con unos colores muy bonitos y una pantalla móvil que en su momento fue un gran avance. No la he usado demasiado todavía, apenas en un par de paseos, pero cada vez que la enciendo me sorprende lo bien que responde para la edad que tiene. 
Es ligera, fácil de llevar y tiene mucho más que ofrecer de lo que podría pensarse al mirarla hoy. Es, sin duda, una cámara que merece más oportunidades. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2004 – Resolución: 8 MP – Tipo: cámara bridge digital – Objetivo: 35–350 mm equivalente, zoom 10x, f/2.8–5.2 – Estabilización: VR – Pantalla: abatible
La Nikon Coolpix P90 ofrece un zoom de hasta 700 mm equivalentes y un macro especialmente eficaz, ideal para flores y detalles en la naturaleza. Esta foto de un atardecer muestra cómo sigue dando buenos resultados en cada salida.
Nikon Coolpix P90

Nikon Coolpix P90

La Nikon Coolpix P90 es una de esas cámaras que, en su momento, no logró resistir la comparación con la Lumix FZ200. 
Tenía a su favor un zoom largo —equivalente a unos 700 mm—, aunque con una luminosidad menor, lo que la dejaba un paso por detrás frente a la Panasonic. 
La encontré de segunda mano en 2020 por 50 euros y no dudé en quedármela. 
Recuerdo especialmente un año después, en mis idas en bicicleta al mercado de Cardedeu, unos seis kilómetros de caminos campestres. Era primavera y la P90 se convirtió en la compañera perfecta para fotografiar flores en el camino. 
Su macro es especialmente eficaz y le da un atractivo especial frente a otras cámaras de su gama. 
Es una cámara que funciona muy bien en el terreno adecuado y que tengo pendiente usar más, porque siempre ofrece resultados agradables cuando se la pone a prueba. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2009 – Resolución: 12 MP – Tipo: cámara bridge digital – Objetivo: 26–678 mm equivalente, zoom 24x, f/2.8–5 – Pantalla: abatible
La Nikon D7000 ofrece la solidez clásica de la marca y una gran capacidad para desenfocar fondos gracias a sus objetivos. Esta foto de corteza con musgo muestra cómo puede integrarse perfectamente en mi colección junto a cámaras de otros sistemas. en mi colección.
Nikon D7000

Nikon D7000

La Nikon D7000 es una cámara muy especial para mí porque me llegó como cesión de mi hermano, el mismo que me regaló la Fuji X-E2S. Aunque todavía no la he usado tanto como quisiera, sé que me dará grandes tardes fotográficas. 
Es un modelo más grande y contundente, especialmente cuando se le monta alguno de los teleobjetivos que la acompañaban, pero vale la pena llevarla de paseo: transmite esa solidez de las Nikon de su época. Para mí también es una forma de volver a vivir lo que fueron aquellas réflex coetáneas de algunas de las Olympus que tuve entonces. 
Yo mismo había tenido en 2005 una Nikon D70, y la comparación es reveladora: la D7000 se muestra ya mucho más sofisticada y completa. Aún no ha tenido ocasión de demostrar de todo lo que es capaz dentro de mi colección, pero pronto nos podrá demostrar sus cualidades.

Ficha
Año de lanzamiento: 2010 – Resolución: 16 MP – Tipo: cámara réflex digital (APS-C) – Montura: Nikon F – Sensor: CMOS APS-C – Pantalla: fija de 3"
La Sony F717 fue conocida como “la reina de la resolución” con sus 5 megapíxeles, destacando por su objetivo luminoso y su excelente calidad de color. Esta foto de bodegón demuestra cómo, más de veinte años después, sigue ofreciendo imágenes de gran nivel.
Sony Cyber-shot DSC-F717

Sony Cyber-shot DSC-F717

En su momento fue una cámara de referencia. Llegó a conocerse como “la reina de la resolución” con sus 5 megapíxeles, y competía directamente con modelos como la Minolta A1. 
La compré en 2003 para sustituir a la Canon D60, que me había resultado decepcionante por problemas de enfoque, exposición del flash y otros detalles. 
Con la Sony 717 todo fue distinto: ofrecía una calidad óptica y de color realmente extraordinaria. Era un modelo peculiar, con su cuerpo basculante y sus tarjetas Memory Stick, pero sobre todo destacaba por su objetivo, increíblemente luminoso y capaz de rendir a gran nivel en situaciones variadas. Desde entonces la he conservado con cariño y, lo más importante, sigue funcionando perfectamente más de veinte años después. 
La F717 es una de esas cámaras que reivindican su vigencia: sus 5 megapíxeles en JPEG siguen siendo más que suficientes en 2025. A veces todavía me acompaña en algún paseo, recordándome por qué fue tan especial en su momento y por qué sigue teniendo un lugar en mi colección. 

Ficha
Año de lanzamiento: 2002 – Resolución: 5 MP – Tipo: cámara bridge digital – Objetivo: 38–190 mm equivalente, zoom 5x, f/2–2.4 – Pantalla: cuerpo basculante – Soporte: Memory Stick
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